Sabemos lo duro que es ver a tu hijo perder el control, gritar, llorar o incluso tirarse al piso sin poder calmarse. Sobre todo si ocurre en plena fila del supermercado, en una fiesta familiar o cuando estás sola(o) en casa. Si eres mamá o papá de un niño con autismo, probablemente ya lo has vivido. Y también sabes que no hay una sola forma correcta de reaccionar.
Este artículo no es una fórmula mágica, pero sí una guía con estrategias que pueden ayudarte a acompañar a tu hijo con respeto, sin castigos, sin gritos… y sin sentirte tan sola(o) en el proceso.
¿Por qué se frustra mi hijo?
Los niños con autismo pueden tener más dificultad para expresar con palabras lo que sienten o necesitan. A veces, cuando algo les incomoda, se sienten abrumados por estímulos (ruidos, luces, personas), o no logran que los entendamos, se frustran. Y esa frustración no siempre se muestra con palabras: puede aparecer como un berrinche, llanto inconsolable, gritos o incluso agresividad.
No es un “capricho”. Es comunicación.
¿Cómo puedo ayudarlo cuando se frustra?
Aquí te compartimos algunas ideas que pueden ayudarte en esos momentos difíciles:
1. Mantén la calma (aunque sea difícil)
Tu hijo necesita que tú seas su ancla. Respira profundo. Evita gritar o reaccionar con enojo. Si tú logras estar tranquila(o), es más probable que él o ella también lo logre con el tiempo.
2. Anticípate a las situaciones
Si sabes que tu hijo se frustra cuando hay mucha gente, ruido o espera, prepara el terreno. Explícale lo que van a hacer, llévale algún objeto que lo calme o crea una señal entre ustedes para cuando necesite una pausa.
3. Valida lo que siente
Aunque no puedas cambiar lo que está pasando, puedes mostrarle que entiendes cómo se siente. Frases como: “Sé que estás molesto” o “Es difícil esperar tanto, ¿verdad?” le dan nombre a su emoción.
4. Crea una rutina de regulación emocional
Después del episodio, cuando ambos estén más tranquilos, pueden practicar juntos técnicas para calmarse: respiraciones profundas, contar hasta 10, usar una botella sensorial o un rincón tranquilo.
5. No te castigues
No eres mala madre ni mal padre por no tener siempre la respuesta. Acompañar a un hijo con autismo en sus emociones también es un proceso de aprendizaje para ti.
¿Y si la frustración ocurre en público?
Esto es lo que más nos angustia a muchos papás y mamás: las miradas, los juicios, los susurros. Pero recuerda, lo más importante no es lo que piensen los demás, sino cómo se siente tu hijo contigo.
En esos momentos:
- No expliques de más. Puedes tener una frase corta lista: “Está teniendo un momento difícil, gracias por su comprensión”.
- Busca un lugar más tranquilo. Si puedes, aléjate del ruido o del lugar lleno de gente.
- Recuerda: tu hijo no está siendo “malo”. Está pidiendo ayuda.
Acompañar es más importante que controlar
Ayudar a tu hijo a manejar la frustración no se trata de eliminar los berrinches o evitar todo lo que pueda alterarlo. Se trata de enseñarle, con el ejemplo y con amor, a entender lo que siente y encontrar formas más seguras de expresarlo.
Tu paciencia, tu ternura y tu presencia son más poderosas de lo que crees.
Y si sientes que no puedes sola(o), busca apoyo. Un equipo terapéutico puede darte herramientas y acompañarte en este camino.
👉 En Integra Panamá, creemos en una crianza con amor, estructura y respeto a cada etapa del desarrollo. Estamos aquí para ayudarte.








Deja un comentario