La historia de Adriano Evans, contada por su madre Yinela Batista, es un testimonio lleno de emociones, decisiones valientes y avances reales. Yinela conoció el Centro Educativo Integra Vidas casi por casualidad, cuando fue contactada para impartir un taller. En ese momento, comenzaba a notar señales en su hijo que no lograba comprender del todo.
A diferencia de otras experiencias con especialistas, en Integra recibió la orientación que tanto necesitaba: una evaluación integral, una visión de futuro y un mensaje esperanzador: “Tu hijo puede avanzar”.
Yinela comenzó terapias con Adriano incluso antes de tener un diagnóstico oficial, lo que marcó una gran diferencia. “Todos aquí lo ven, ha tenido un avance espectacular”, dice con emoción. El trabajo terapéutico incluyó el método Tomatis, el uso de pictogramas y estrategias de anticipación que transformaron su rutina familiar. Hoy, salir a la calle o realizar actividades cotidianas ya no es una fuente de angustia para Adriano.
“Sé que dentro de tres años no será el mismo niño que es hoy. Y esa es mi fe”, afirma Yinela. Un mensaje que recuerda a otras familias que el diagnóstico no es el final del camino, sino el comienzo de una evolución posible, cuando se cuenta con el acompañamiento adecuado.
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