El desarrollo infantil está lleno de pequeños logros que a veces damos por sentados: subir una escalera, vestirse, tomar un lápiz o simplemente atrapar una pelota. Detrás de estas acciones cotidianas hay una habilidad clave llamada planeamiento motor, y para muchos niños, esta se fortalece a través de la integración sensorial.
¿Qué es el planeamiento motor?
El planeamiento motor es la capacidad que tiene el cerebro para idear, organizar y ejecutar movimientos físicos en una secuencia ordenada. Por ejemplo, si un niño quiere armar una torre con bloques, necesita pensar en cómo agarrarlos, en qué orden colocarlos, calcular el equilibrio y coordinar sus manos. Todo esto ocurre en segundos, pero requiere una comunicación compleja entre el cerebro y el cuerpo.
Cuando el planeamiento motor se ve afectado, los niños pueden mostrar torpeza, evitar juegos físicos, frustrarse con facilidad o necesitar más tiempo para realizar tareas que a otros les resultan sencillas.
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¿Cómo ayuda la integración sensorial?
La integración sensorial es la base que permite que el cerebro organice la información que recibe del entorno y del cuerpo. Cuando los sentidos trabajan en armonía (vista, tacto, equilibrio, propiocepción), los movimientos se vuelven más fluidos, intencionados y eficaces. Por eso, muchas de las actividades diseñadas para mejorar la integración sensorial también fortalecen el planeamiento motor.
Un ejemplo común es el uso de una pelota terapéutica: al pedirle a un niño que se balancee sobre ella mientras coloca objetos en una base, está trabajando su equilibrio, su concentración y también planificando cada pequeño movimiento para lograr su objetivo.
Planeamiento motor, integración sensorial y autismo
En niños con autismo, es común observar desafíos en el planeamiento motor y en el procesamiento sensorial. Algunos pueden tener dificultades para iniciar movimientos, organizar sus pasos o adaptar su cuerpo a nuevas situaciones. A través de la integración sensorial, estos niños pueden mejorar no solo sus respuestas motoras, sino también su confianza y autonomía.
Actividades sensoriales guiadas, como arrastrarse por túneles, clasificar objetos mientras se balancean o seguir secuencias con estímulos táctiles y visuales, pueden marcar una gran diferencia en su desarrollo diario.
¿Cómo apoyar desde casa?
Muchas actividades sencillas pueden realizarse en casa para estimular el planeamiento motor a través de la integración sensorial:
- Crear circuitos caseros con cojines, sillas y cuerdas para que el niño gatee, salte o se desplace.
- Proponer juegos de seguir secuencias de movimientos (tocar cabeza, rodillas, girar, saltar).
- Hacer actividades de clasificación mientras el niño mantiene el equilibrio en una base inestable.
- Ofrecer retos que impliquen usar ambas manos, como enroscar tapas o apilar bloques.
Lo importante es que estas actividades sean seguras, adaptadas a la edad del niño y presentadas como un juego. La diversión es clave para el aprendizaje.
En Integra Vidas, el cuerpo también aprende
En nuestro Integra Vidas, contamos con un aula especializada de integración sensorial. Este espacio permite a los estudiantes realizar actividades diseñadas para fortalecer su planeamiento motor mientras se divierten y aprenden.
Sabemos que cada niño tiene su propio ritmo, por eso trabajamos de forma personalizada, especialmente con niños con autismo u otras necesidades educativas. En Integra, cada movimiento cuenta y cada juego tiene una intención.
Integra Vidas 
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